9 diciembre
2012
escrito por jurjo

La Conferencia Episcopal que preside el cardenal ultraconservador Rouco Varela puede sentirse satisfecha, pues ha sido capaz de dictar al Ministro Wert sus imposiciones sobre la obligatoriedad de la religión católica, apostólica y romana.

Nos quieren imponer una ley de educación dirigida a adoctrinar en el fundamentalismo cristiano, en el ultranacionalismo de la España «Una-Grande-y-Libre» y, asimismo, en el neoliberalismo.

Una vez más, queda de manifiesto que, tanto al Partido Popular como a la Conferencia Episcopal, no les importa para nada educar ciudadanas y ciudadanos democráticos, libres, críticos y solidarios; tampoco luchar contra el fracaso escolar, avanzar en la línea de hacer efectiva una mayor igualdad de oportunidades, tratar de compensar las gravísimas desigualdades existentes entre los diferentes centros educativos, …

Ahora a esa Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis le queda pendiente otro gran objetivo: incluir la religión en las pruebas PISA de la OCDE.

¿Cuándo este país se animará a abrir un verdadero debate sobre el laicismo en el sistema educativo? Es una pena que a estas alturas de la historia el gobierno del PP y los sectores cristianos de carácter más fundamentalista y autoritario sigan tratando de confundir, de engañar descaradamente a la población haciéndoles creer que laicismo es equivalente a ateísmo.

Como ya he escrito en diversas ocasiones, por ejemplo, en «La desmotivación del profesorado» (págs. 99-100):

«Según el jesuita José Ignacio GONZÁLEZ FAUS (2005), responsable del Área Teológica de Cristianisme i Justicia, el origen etimológico de la palabra laico nos puede ser de gran ayuda. Laico viene del griego laos que significa pueblo, y podemos decir que es prácticamente sinónima de la otra palabra con la que en griego se denomina pueblo, dêmos, de la que viene nuestra democracia. Una sociedad laica es una sociedad regida por el pueblo, y no por otros poderes, por sagrados que se les considere. De ahí que, según este intelectual jesuita, cuando hablamos de laicidad lo que estamos diciendo es que “un estado laico (un estado democrático) es «lego» en materias religiosas. Esto significa exactamente que no sabe o no toma postura ante ellas; no precisamente que es agnóstico o indiferente (pues esto ya son tomas de posición) sino que es «prescindente» ante las preguntas últimas y los problemas cosmovisionales. Y, dado que la religión es cosa de los ciudadanos concretos, se trata de una prescindencia respetuosa. Salvo, naturalmente, cuando las religiones o las cosmovisiones se vuelven delictivas (ellas y no alguno de sus individuos concretos)” (2005, pág. 4).

El laicismo es la mejor manera de ser respetuoso con las creencias religiosas de quienes comparten un mismo centro de enseñanza, pues en ningún momento los procesos de adoctrinamiento religioso o ideológico tienen lugar aprovechando una audiencia cautiva. Una educación laica es la vía para educar una ciudadanía respetuosa con todas las ideas y creencias que no atenten contra los Derechos Humanos. Todo lo contrario de un centro donde, en una determinada hora del día, el alumnado se separa en distintas aulas para acudir cada uno a una clase diferente, pero caracterizada por la crítica de todas las demás por vivir en la herejía. ¿Cómo educar una ciudadanía respetuosa y tolerante si a la misma hora en grupos aislados se estudia: cristianismo, islamismo, budismo, confucionismo, hinduismo, judaísmo, sintoísmo, taoísmo, vudú, agnosticismo, ateísmo, …? ¿Cómo imaginar el reencuentro en el patio de recreo de quienes la hora anterior están aprendiendo que todos los compañeros y compañeras de los otros grupos viven en pecado y sus planteamientos están plagados de errores y mentiras?

Una educación laica no es sinónimo de desconocimiento de las culturas religiosas, de la historia y sociología de las religiones, sino de su estudio desde ópticas laicas; no se procura la conversión o la reconversión, ni mucho menos se intenta incitar a la difamación de las distintas religiones y creencias.

Un sistema educativo laico es, asimismo, una manera de volver a dotar de sentido a las iglesias, seminarios y conventos, como lugares de catequesis. Es la mejor vía para recuperar las funciones originarias de estas instituciones, volver a considerarlas como espacio de culto, pero también de catequesis, no únicamente como espacios museísticos y/o de hospedaje.  …

… Una enseñanza laica debe prestar atención a los intentos, más o menos disimulados, de adoctrinación a través de los contenidos de las distintas áreas de conocimiento y asignaturas del currículum. No debemos olvidar que la mayoría de los libros de texto de Ciencias Sociales y Educación Artística funcionan como “asignaturas cristianizadas”, en la medida en que incorporan lecciones, unidades didácticas y, sobre todo, explicaciones de claro contenido religioso, como por ejemplo: “La Navidad”, “Los Reyes Magos”, “La Semana Santa”, …

Apostar por la enseñanza laica es la mejor manera de educar una ciudadanía democrática, solidaria y tolerante. En este sentido conviene no olvidar que “la verdadera tolerancia no es indiferencia a las ideas o escepticismo generalizados; supone en realidad una convicción, una fe, una elección ética y, al mismo tiempo, la aceptación de la expresión de las ideas, convicciones y elecciones contrarias a las nuestras” (Edgar MORIN, 2001, pág. 123). Es obvio que la tolerancia tiene que ver con las ideas y actividades respetuosas con los Derechos Humanos y, por tanto, no puede confundirse con la indiferencia ante conductas de degradación, de agresión y con asesinatos destinados a la defensa de ideales. Las aulas, como subraya Edgar MORIN (2001, pág. 138) deben ser “el lugar de aprendizaje del debate argumentado, de las reglas necesarias para la discusión, la toma de conciencia de las necesidades y los procesos de comprensión del pensamiento de los demás, de la escucha y el respeto de las voces minoritarias y marginadas”.

¿A qué piensan dedicar a partir de ahora las Iglesias y Catedrales? Les sugiero una opción: reconvertirlas en hogares para las personas desahuciadas por los bancos, al menos en los horarios en los que no celebren actos litúrgicos o de catequesis (ahora desplazados a las aulas escolares).

Bibliografía:

GONZÁLEZ FAUS, J. Ignacio (2005). La difícil laicidad. (http://www.fespinal.com/espinal/llib/es131.pdf)

MORIN, Edgar (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Barcelona. Paidós.

TORRES SANTOMÉ, Jurjo (2009).La desmotivación del profesorado. Madrid. Morata, 2ª edición. (http://www.edmorata.es/Shop/Product/Details/371)

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/12/08/actualidad/1354981431_026491.html

10 comentarios

  1. Helena Gómez
    09/12/2012

    Acertadísimo como siemre, Jurjo, Gracias por hacerlos públicos.
    Para mí es un placer leerte por lo acertado de tus conclusiones y la precisión en las formas.

    Unha aperta.

    Helena. CONFAPA-GALICIA.

  2. 09/12/2012

    Muchas gracias por este clarificador análisis en defensa de la laicidad en la escuela. Me temo que han ganado la batalla los obispos y la Conferencia Episcopal. Está claro que Wert pretende, con su ley, adoctrinar al alumnado en los principios del fundamentalismo católico. Lo de plantear la necesidad de una educación laica queda para otro momento … Lo peor es que a la religión le ponen como contrapartida una materia fuerte sobre los valores. Es la mejor manera de garantizar su «clientela».

  3. 15/12/2012

    La verdad es que todo esto estaba por venir. Esta ley es el comienzo de varias leyes con caracter religioso.Historia nos habla de lo que puede y queire esta iglesia universal,cual es su caracter, sus principios.
    A partir de 1929 esta iglasia – estado esta crecieno en el poder – financiero ,politico y religioso.
    Se habla mucho de una Ley Dominical, que todo el mundo guarde el domingo ‘por ley,trabajar sera un pecado y los que no respetan esta ley, seran castigados. Dios no pide esto pero el hombre, si.

  4. Alejandro
    31/12/2012

    Me sorprende que un hombre tan, aparentemente intelectual, confunda el termino laico con laicismo. No tiene nada que ver. Ser laico es ser seglar, pero ser laicista es ser fanático e ir en contra de la religión. Todos los «ismos» son extremos, por ejemplo, no es lo mismo ir a favor de la evolución, que ser evolucionista…

    Debido a esta confusión que tiene usted en su artículo, a la gente se la está «vendiendo gato por liebre», porque en realidad, todo el mundo está a favor de una escuela Laica (incluida la Iglesia, si, la Iglesia), ya que una escuela Laica conlleva educar TODOS los aspectos de la persona, y cuando digo todos, también me refiero al sentido trascendente.

    El mensaje que ustedes quieren transmitir con la escuela Laica, es una escuela sin sentido trascendente, algo que me parece muy pobre. ¿Por qué arrancar un estrato de la persona de esa manera? ¿Tendrá que ver alguna razón ideológica? seguramente…

    Por lo tanto, le pido por favor que primero aprenda bien el significado de las palabras que escribe para que la gente no malinterprete su mensaje.

    Un saludo

  5. Raúl Ibáñez Martínez
    04/01/2013

    A el presidente de la Conferencia Episcopal, arzobispos y obispos integrantes:
    Sr. Rouco Varela, ESCANDALIZADO por el comportamiento de los integrantes de esa institución cuya praxis es demostración palmaria de TRAICIÓN a el CRISTO que predican, cuyo Evangelio, como opción preferencial por los pobres, han olvidado para optar por el trato PREFERENTE a los que detentan el PODER -políticos- y la RIQUEZA -banqueros y empresarios-, a cuyo SERVICIO e INTERÉS de las partes han HIPOTECADO sus voces.
    Por las razones expuestas pido a los Cielos que OS DEN…, que OS DEN amor para con vuestros hermanos los hombres necesitados de lo material, sustento del sutil espíritu. Que OS DEN…., unos corazones misericordiosos. Que OS DEN…, caridad, de la bien entendida, que no se trata de dar limosna al pobre, sino de evitar que existan pobres. Que OS DEN…, fe y confianza en la Divina Providencia, que no sirve de nada amontonar riquezas no transportables hacia ARRIBA. Que OS DEN…, sabiduría para rectificar y hacer honor a la memoria de EL FUNDADOR –luz de mis ojos, todo-, y a mi que ME DEN…un cáncer de garganta si miro cobardemente hacia otro lado y no denuncio las INJUSTICIAS, aunque no me afecten, contrarias al AMOR y la FRATERNIDAD del REINO de los CIELOS que tal y como EL nos pidió hemos de trabajar para hacerlo presente aquí en la TIERRA..

  6. Alejandro
    04/01/2013

    La Iglesia somos TODOS, Raúl Ibáñez Martínez, así que empieza por aplicarte todo eso a tí mismo…

  7. Raúl Ibáñez Martínez
    06/01/2013

    Alejandro ¿estás bien?, ¿necesitas ayuda?, ¿puedo servirte en algo?. Yo no vivo del Evangelio ¿y tu?. Gracias por recordarnos que iglesia somos todos y no unos más que otros.
    Que la paz sea contigo y piensa, piensa, piensa siempre y saca tus propias conclusiones, no dejes que los demás piensen por ti.
    Siempre me identifico con nombre y apellidos, toma nota Alejandro a secas.

  8. Alejandro a secas
    13/01/2013

    Hola Raul. Sí puedes servirme en mucho, y lo estás haciendo: a ayudar a santificarme. Quizás no vivas del evangelio (porque no te da de comer) pero debes vivir el evangelio, ya que en un futuro (no muy lejano, seguro que menos de 60 años) estarás en el Reino de los Cielos. No dejo que los demás piensen por mi, simplemente busco la verdad, y como bien dice San Agustín: «la verdad os hará libres». Un saludo

    http://www.agea.org.es/20090925797/laicismo-laicidad/el-mal-llamado-estado-laico-estado-no-confesional-y-estado-laicista.html

  9. Alejandro a secas
    14/01/2013

    ¿Por qué me borráis el comentario que acabo de hacer? Un saludo

  10. Raúl Ibáñez Martínez
    16/01/2013

    Alejandro a secas: Me reconfortan tus palabras, me hace feliz saber, indigno de mi, que sirvo de motivo de santificación de un hermano, me haces BIENAVENTURADO.¡La fe, mueve montañas!
    Te espero en el Cielo de mi corazón, aquí y ahora, que el Reino ya llegó para todos los hombres que hacen SU voluntad, los otros tendrán que esperar y aprender a pensar y actuar en CRISTO, lo trajo EL. No tenemos que esperar, ni uno ni sesenta años, prediquemos la BUENA NUEVA: «EL REINO DE LOS CIELOS YA LLEGÓ», ESTÁ AQUÍ, LO TRAJO EL.
    Un abrazo fraterno para ti y todos mis hermanos los hombres.

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