Archivos del mes de diciembre, 2012

19 diciembre
2012
escrito por jurjo

La LOMCE es una Ley Orgánica muy conservadora y neoliberal.
Comparto la presentación con la que acompañé la conferencia de apertura de las Jornadas «La LOMCE: involución del modelo educativo», en la sede de CCOO en Madrid, el 18 de diciembre de 2012

19 diciembre
2012
escrito por jurjo

Ayer en Madrid, invitado por CCOO en unas jornadas de análisis de la nueva propuesta de ley de educación, la LOMCE.

Comparto mi conferencia

9 diciembre
2012
escrito por jurjo

La Conferencia Episcopal que preside el cardenal ultraconservador Rouco Varela puede sentirse satisfecha, pues ha sido capaz de dictar al Ministro Wert sus imposiciones sobre la obligatoriedad de la religión católica, apostólica y romana.

Nos quieren imponer una ley de educación dirigida a adoctrinar en el fundamentalismo cristiano, en el ultranacionalismo de la España «Una-Grande-y-Libre» y, asimismo, en el neoliberalismo.

Una vez más, queda de manifiesto que, tanto al Partido Popular como a la Conferencia Episcopal, no les importa para nada educar ciudadanas y ciudadanos democráticos, libres, críticos y solidarios; tampoco luchar contra el fracaso escolar, avanzar en la línea de hacer efectiva una mayor igualdad de oportunidades, tratar de compensar las gravísimas desigualdades existentes entre los diferentes centros educativos, …

Ahora a esa Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis le queda pendiente otro gran objetivo: incluir la religión en las pruebas PISA de la OCDE.

¿Cuándo este país se animará a abrir un verdadero debate sobre el laicismo en el sistema educativo? Es una pena que a estas alturas de la historia el gobierno del PP y los sectores cristianos de carácter más fundamentalista y autoritario sigan tratando de confundir, de engañar descaradamente a la población haciéndoles creer que laicismo es equivalente a ateísmo.

Como ya he escrito en diversas ocasiones, por ejemplo, en «La desmotivación del profesorado» (págs. 99-100):

«Según el jesuita José Ignacio GONZÁLEZ FAUS (2005), responsable del Área Teológica de Cristianisme i Justicia, el origen etimológico de la palabra laico nos puede ser de gran ayuda. Laico viene del griego laos que significa pueblo, y podemos decir que es prácticamente sinónima de la otra palabra con la que en griego se denomina pueblo, dêmos, de la que viene nuestra democracia. Una sociedad laica es una sociedad regida por el pueblo, y no por otros poderes, por sagrados que se les considere. De ahí que, según este intelectual jesuita, cuando hablamos de laicidad lo que estamos diciendo es que “un estado laico (un estado democrático) es «lego» en materias religiosas. Esto significa exactamente que no sabe o no toma postura ante ellas; no precisamente que es agnóstico o indiferente (pues esto ya son tomas de posición) sino que es «prescindente» ante las preguntas últimas y los problemas cosmovisionales. Y, dado que la religión es cosa de los ciudadanos concretos, se trata de una prescindencia respetuosa. Salvo, naturalmente, cuando las religiones o las cosmovisiones se vuelven delictivas (ellas y no alguno de sus individuos concretos)” (2005, pág. 4).

El laicismo es la mejor manera de ser respetuoso con las creencias religiosas de quienes comparten un mismo centro de enseñanza, pues en ningún momento los procesos de adoctrinamiento religioso o ideológico tienen lugar aprovechando una audiencia cautiva. Una educación laica es la vía para educar una ciudadanía respetuosa con todas las ideas y creencias que no atenten contra los Derechos Humanos. Todo lo contrario de un centro donde, en una determinada hora del día, el alumnado se separa en distintas aulas para acudir cada uno a una clase diferente, pero caracterizada por la crítica de todas las demás por vivir en la herejía. ¿Cómo educar una ciudadanía respetuosa y tolerante si a la misma hora en grupos aislados se estudia: cristianismo, islamismo, budismo, confucionismo, hinduismo, judaísmo, sintoísmo, taoísmo, vudú, agnosticismo, ateísmo, …? ¿Cómo imaginar el reencuentro en el patio de recreo de quienes la hora anterior están aprendiendo que todos los compañeros y compañeras de los otros grupos viven en pecado y sus planteamientos están plagados de errores y mentiras?

Una educación laica no es sinónimo de desconocimiento de las culturas religiosas, de la historia y sociología de las religiones, sino de su estudio desde ópticas laicas; no se procura la conversión o la reconversión, ni mucho menos se intenta incitar a la difamación de las distintas religiones y creencias.

Un sistema educativo laico es, asimismo, una manera de volver a dotar de sentido a las iglesias, seminarios y conventos, como lugares de catequesis. Es la mejor vía para recuperar las funciones originarias de estas instituciones, volver a considerarlas como espacio de culto, pero también de catequesis, no únicamente como espacios museísticos y/o de hospedaje.  …

… Una enseñanza laica debe prestar atención a los intentos, más o menos disimulados, de adoctrinación a través de los contenidos de las distintas áreas de conocimiento y asignaturas del currículum. No debemos olvidar que la mayoría de los libros de texto de Ciencias Sociales y Educación Artística funcionan como “asignaturas cristianizadas”, en la medida en que incorporan lecciones, unidades didácticas y, sobre todo, explicaciones de claro contenido religioso, como por ejemplo: “La Navidad”, “Los Reyes Magos”, “La Semana Santa”, …

Apostar por la enseñanza laica es la mejor manera de educar una ciudadanía democrática, solidaria y tolerante. En este sentido conviene no olvidar que “la verdadera tolerancia no es indiferencia a las ideas o escepticismo generalizados; supone en realidad una convicción, una fe, una elección ética y, al mismo tiempo, la aceptación de la expresión de las ideas, convicciones y elecciones contrarias a las nuestras” (Edgar MORIN, 2001, pág. 123). Es obvio que la tolerancia tiene que ver con las ideas y actividades respetuosas con los Derechos Humanos y, por tanto, no puede confundirse con la indiferencia ante conductas de degradación, de agresión y con asesinatos destinados a la defensa de ideales. Las aulas, como subraya Edgar MORIN (2001, pág. 138) deben ser “el lugar de aprendizaje del debate argumentado, de las reglas necesarias para la discusión, la toma de conciencia de las necesidades y los procesos de comprensión del pensamiento de los demás, de la escucha y el respeto de las voces minoritarias y marginadas”.

¿A qué piensan dedicar a partir de ahora las Iglesias y Catedrales? Les sugiero una opción: reconvertirlas en hogares para las personas desahuciadas por los bancos, al menos en los horarios en los que no celebren actos litúrgicos o de catequesis (ahora desplazados a las aulas escolares).

Bibliografía:

GONZÁLEZ FAUS, J. Ignacio (2005). La difícil laicidad. (http://www.fespinal.com/espinal/llib/es131.pdf)

MORIN, Edgar (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Barcelona. Paidós.

TORRES SANTOMÉ, Jurjo (2009).La desmotivación del profesorado. Madrid. Morata, 2ª edición. (http://www.edmorata.es/Shop/Product/Details/371)

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/12/08/actualidad/1354981431_026491.html

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